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Una campana de bronce de dos toneladas de peso cayó sobre un turista que visitaba un templo en la provincia china de Shandong, informa el periódico Daily Mail.
La gigantesca estructura se fue al suelo y cubrió al
turista después de que sus amigos quisieran hacerle una broma y
comenzaran a tocar la campana con la cual se llama a los monjes budistas
a la oración.
Debido a que la campana tiene un gran
valor cultural y no se debía dañar, la operación de socorro fue muy
complicada. La brigada de salvamento empleó dos horas para lograr sacar
al turista de debajo de la campana.
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