ARGENTINA
En los últimos días, pobladores del interior provincial se han visto conmocionados por dos casos de animales mutilados, sucedido en localidades muy lejanas, pero con similares características.
El primer hecho se dio en el paraje Quebrada Esquina, departamento Pellegrini, donde una familia de campesinos encontró en el corral un cabrito mutilado. El animal presentaba un corte perfecto a la altura de la cola, por donde le habrían extraído órganos y vísceras, y tampoco los huesos de la cabeza aunque sí, todo su cuero y, como siempre en estos casos, no había sangre.
El segundo caso sucedió en Quimilí, el sábado a la mañana, cuando, según los pobladores, un “extraño ser” apareció a la noche y mutiló a un animal. Los ciudadanos de la ciudad de Quimilí aún no salen de su asombro por el extraño caso que les tocó vivir, cuando descubrieron el cuerpo de un pequeño animal con extraños cortes y mutilaciones, pero sin advertir ni una gota de sangre.
Si bien la leyenda del "chupacabras" nació hace varias décadas atrás, en la Argentina se conoció con más ímpetu cuando se encontró ganado vacuno mutilado en varios puntos ubicados entre las provincias de Río Negro y Santa Fe.
Después se le adjudicaría la mutilación de animales en Neuquén en 2004 (los neuquinos recuerdan que, en esa ocasión, un intendente llegó a afirmar que los responsables de los ataques no eran "de este mundo"), en Santa Fe en 2009 y en Mendoza en 2012.
Si bien en todos los casos se percibían ablaciones de los aparatos reproductivos de los animales, desde un primer momento se los asoció con el mencionado fenómeno, aunque luego el SENASA concluyó que habían sido realizadas por zorros y ratones "hocicudos".
En la imagen el cuerpo sin vida de un potrillo, de aproximadamente unos 6 meses, con extraños cortes en su cuello, hocico, pecho y cola. No había rastros de sangre.
¿Pueden los zorros y ratones realizar cortes perfectos y además no dejar rastros de sangre? Usted decide...
En los últimos días, pobladores del interior provincial se han visto conmocionados por dos casos de animales mutilados, sucedido en localidades muy lejanas, pero con similares características.
El primer hecho se dio en el paraje Quebrada Esquina, departamento Pellegrini, donde una familia de campesinos encontró en el corral un cabrito mutilado. El animal presentaba un corte perfecto a la altura de la cola, por donde le habrían extraído órganos y vísceras, y tampoco los huesos de la cabeza aunque sí, todo su cuero y, como siempre en estos casos, no había sangre.
El segundo caso sucedió en Quimilí, el sábado a la mañana, cuando, según los pobladores, un “extraño ser” apareció a la noche y mutiló a un animal. Los ciudadanos de la ciudad de Quimilí aún no salen de su asombro por el extraño caso que les tocó vivir, cuando descubrieron el cuerpo de un pequeño animal con extraños cortes y mutilaciones, pero sin advertir ni una gota de sangre.
Si bien la leyenda del "chupacabras" nació hace varias décadas atrás, en la Argentina se conoció con más ímpetu cuando se encontró ganado vacuno mutilado en varios puntos ubicados entre las provincias de Río Negro y Santa Fe.
Después se le adjudicaría la mutilación de animales en Neuquén en 2004 (los neuquinos recuerdan que, en esa ocasión, un intendente llegó a afirmar que los responsables de los ataques no eran "de este mundo"), en Santa Fe en 2009 y en Mendoza en 2012.
Si bien en todos los casos se percibían ablaciones de los aparatos reproductivos de los animales, desde un primer momento se los asoció con el mencionado fenómeno, aunque luego el SENASA concluyó que habían sido realizadas por zorros y ratones "hocicudos".
En la imagen el cuerpo sin vida de un potrillo, de aproximadamente unos 6 meses, con extraños cortes en su cuello, hocico, pecho y cola. No había rastros de sangre.
¿Pueden los zorros y ratones realizar cortes perfectos y además no dejar rastros de sangre? Usted decide...

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