“A mi estómago poco le importa la inmortalidad”, decía Heinrich Heine y la sociedad actual parece aplaudirle. Cada español ingiere al año alrededor de medio kilo de pesticidas. De hecho la manzana es uno de los alimentos frescos más contaminados debido a los químicos presentes en su piel. Pero no es la única, el glutamato monosódico o E-621 es tan solo uno de los aditivos posiblemente perjudiciales más consumidos. Es letal en grandes cantidades, muy superiores a las que ingerimos, pero se desconoce si posee carácter acumulativo.
“Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”, decía Hipócrates, apostemos por los alimentos ecológicos y naturales y en un futuro nuestra salud y el medio ambiente lo agradecerán.— María Alloza Pascual.
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