© Foto: La Voz de Rusia
El primer telescopio privado Sentinel (Centinela) destinado a captar asteroides peligrosos para la Tierra se lanzará al espacio en 2017.
La recolección de los cuatrocientos cincuenta millones de
dólares necesarios para realizar el proyecto está a cargo de la
sociedad sin ánimo de lucro B612 Foundation, instituida por astronautas
estadounidenses. La organización compartirá con la NASA toda la
información obtenida con Sentinel. A su vez, la NASA se compromete a
prestarle los medios de comunicación espacial a larga distancia
necesarios para contactar con el telescopio.
El ingenio
permitirá detectar el 90 % de los asteroides próximos a la Tierra de
diámetro superior a ciento cuarenta metros, o sea capaces de aniquilar
una ciudad entera en caso de caer en la superficie terrestre. Según
estimaciones de astrónomos, hay al menos quinientos mil asteroides de
este tamaño. Y hay datos de solo diez mil de ellos.
Sentinel
es un telescopio infrarrojo capaz de captar la más ínfima diferencia de
temperaturas entre la superficie del asteroide ligeramente calentada
por el Sol y el espacio sidéreo de temperatura próxima a cero grados
Kelvin. Para mejorar la sensibilidad del aparato lo congelarán hasta
temperaturas criogénicas. Su órbita solar será próxima a la de Venus
para captar los asteroides que llegan del lado del Sol y, por eso, son
invisibles desde el Tierra, explica el jefe del departamento de Física
de los Sistemas Estelares del Instituto de Astronomía de la Academia de
Ciencias de Rusia, Oleg Málkov:
–No podemos
observar el Sol y sus inmediaciones a través de nuestros telescopios
terrestres por efectos de sobreexposición. Por lo tanto, es muy bueno
que tengamos un telescopio bien alejado de la Tierra, para ver los
asteroides desde otro ángulo. La órbita de Venus es una buena solución.
Mejor aún sería la de Mercurio, por ejemplo, pero está más lejos de la
Tierra, de modo que habría problemas de comunicación. Además, sería más
difícil enfocar el telescopio desde la Tierra debido a su proximidad al
Sol.
El “centinela espacial” no viene a reemplazar
totalmente los sistemas terrestres de alerta anti-asteroides que se
están creando en Rusia y otros países. He aquí lo que nos contó al
respecto el jefe del departamento de Física y Evolución de las Estrellas
del Instituto de Astronomía, Dmitri Vibe:
–Los
instrumentos terrestres tienen muchas limitaciones de clima y horarios.
Pero el costo de un sistema terrestre es relativamente bajo y, además,
son modernizables. Un telescopio espacial tiene muchas más posibilidades
que sus análogos en tierra, pero es muy costoso y sus fallas son
irremediables. Por lo tanto, lo prudente sería tener alternativas,
utilizando tanto sistemas terrestres como telescopios espaciales.
Con
la misión Sentinel, los astrónomos pretenden hacer un mapa dinámico
tridimensional de la zona interna del sistema solar que les permita
pronosticar aproximaciones peligrosas de asteroides con décadas de
antelación. Para que la humanidad pueda elaborar medidas para evitar la
colisión. La Agencia Espacial Europea tiene previsto para el año 2022 un
experimento espacial que permita comprobar la eficacia de tales medidas
con el asteroide doble Didim. En su parte pequeña impactará a una gran
velocidad un proyectil dinámico. Luego un “satélite” llevará su mayor
parte a manera de un “remolcador gravitacional”.
La vida
útil del telescopio es limitada por la duración de sus componentes más
vulnerables: los giroscopios y la unidad criogénica basada en el
principio de la máquina térmica Stirling inversa. Se estima que
permanecerán activos al menos seis años. En este plazo, el telescopio
Sentinel debe alcanzar a cumplir todas sus tareas.
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