En
el trabajo, publicado en 'Journal of Geophysical Research', los
expertos han explicado que la ciencia ha permitido comprobar la caída de
un asteroide en el planeta pero no se habían precisado los acontecimientos ocurridos en dicha catástrofe.
Los investigadores han detallado que, el material expulsado por el impacto se habría calentado drásticamente en su reentrada en la atmósfera de la Tierra y la radiación de infrarrojos resultante de la atmósfera superior habría encendido incendios en todo el planeta y aniquilado a los seres vivos, excepto animales y plantas subterráneos o acuáticos.
Douglas S. Robertson, ha demostrado esta hipótesis rebatiendo algunas de las teorías que cuestionan la hipótesis del fuego global. Así, existen científicos que niegan un fuego planetario basándose en varias evidencias, como la falta de carbón en los sedimentos datados en el fin del Cretácico y principios del Paleógeno (K-Pg).
Según el nuevo trabajo,cuando los datos de carbón se corrigen para los cambios conocidos en las tasas de sedimentación, exhiben un exceso de carbón, no una deficiencia.
En la investigación, los autores también examinan otras pruebas a favor y en contra de la hipótesis de la tormenta de fuego y la conclusión es que todos los datos se ajustan a la explicación de los incendios generalizados.
Los investigadores han detallado que, el material expulsado por el impacto se habría calentado drásticamente en su reentrada en la atmósfera de la Tierra y la radiación de infrarrojos resultante de la atmósfera superior habría encendido incendios en todo el planeta y aniquilado a los seres vivos, excepto animales y plantas subterráneos o acuáticos.
Douglas S. Robertson, ha demostrado esta hipótesis rebatiendo algunas de las teorías que cuestionan la hipótesis del fuego global. Así, existen científicos que niegan un fuego planetario basándose en varias evidencias, como la falta de carbón en los sedimentos datados en el fin del Cretácico y principios del Paleógeno (K-Pg).
Según el nuevo trabajo,cuando los datos de carbón se corrigen para los cambios conocidos en las tasas de sedimentación, exhiben un exceso de carbón, no una deficiencia.
En la investigación, los autores también examinan otras pruebas a favor y en contra de la hipótesis de la tormenta de fuego y la conclusión es que todos los datos se ajustan a la explicación de los incendios generalizados.
via Red Conciencia Argentina
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