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domingo, 10 de marzo de 2013

El origen ártico de los camellos

El origen ártico de los camellos

Los camellos vivieron en el Ártico. La demostración de este hecho ha sido presentada por los paleontólogos canadienses.

En la isla de Ellesmere, situada muy por encima del círculo polar ártico, han descubierto los restos de un camello de una joroba, como el dromedario, el cual, según la opinión de los científicos, vivió en esas tierras hace tres millones y medio de años atrás. Pudiera ser que partiendo de este lugar, sus descendientes se hayan establecido en otras partes del planeta.
En la isla canadiense de Ellesmere se encuentra la población más norteña del mundo, el poblado de pescadores de Alert. Desde él, hasta el polo norte solo hay unos escasos ochocientos kilómetros. La noche y el día polar duran en estos lugares aproximadamente cinco meses. La temperatura del aire en invierno cae hasta los menos cincuenta grados Celsius. La pregunta inevitable que surge es ¿cómo podían sobrevivir los camellos a los cuales se acostumbra a llamar los “caballos del desierto”? El problema es que hace tres millones y medo de años atrás el planeta era mucho más caliente. Esto se evidencia en los hallazgos de antiguas plantas en las latitudes árticas, explica director científico y colaborador del laboratorio de mamíferos del Instituto Paleontológico de Rusia, Evgueni Mashenko:
—Los ancestros de los camellos nunca vivieron rodeados de hielo. Esta zona es ahora el ártico canadiense severo, pero en aquellos tiempos el clima debió ser más bien templado. Ahí crecían árboles de grandes hojas. El enfriamiento que ha conformado las condiciones actuales de esta zona se produjo un millón de años después. Dicho sea de paso, los dinosaurios también surgieron al final del período cretácico en las zonas árticas y vivieron allí un buen tiempo. Cuando llegaba la noche polar, pues, emigraban. Lo mismo pudiera ser cierto para los antecesores de los camellos. Pudieron pasar en esos lugares el día polar y se regresaban a lugares más al sur cuando terminaba.
Antes habían sido descubierto restos de camellos en Alaska y en el Yukón, pero, como consideran los científicos, el hallazgo en el Ártico canadiense es más importante, porque fueron encontrados unos mil doscientos kilómetros más al norte. Se considera que los camellos llegaron del norte de América a Eurasia a través del estrecho de Bering, un pedazo de tierra que enlazaba hace mucho tiempo a Alaska con Chukotka. En nuestro tiempo, los camellos de una y dos jorobas habitan en los desiertos y estepas de África y Asia, nos cuenta el profesor de la cátedra de zoología y ecología de la universidad pedagógica de Moscú, Vladímir Babenko:
Además, a los camellos se les relaciona con unos ejemplares de camellos primitivos que viven en América del Sur, concretamente, la llama, el guanaco y la vicuña. Ellos no tienen ninguna joroba y están distribuidos en lugares donde hay un clima bastante severo. Llegan hasta la Patagonia, un lugar bastante frío. Las pieles de la llama, la vicuña y el guanaco se consideran una de las más cálidas, igual que la del camello, de todas ellas se hacen ropas bien cálidas.
La asombrosa resistencia de los camellos les ha ayudado a sobrevivir en distintas condiciones climáticas. El camello “ártico” encontrado en la isla de Ellesmere por los científicos del museo natural de Ottawa superaba casi en un 30 % el tamaño de los camellos modernos. Su altura hasta la base del cuello era de dos metros con setenta centímetros. Pesaba novecientos kilogramos. En opinión de los científicos canadienses, muchas de las características típicas de los camellos, como las patas anchas, grandes ojos y la joroba, pudieron surgir en el curso de su adaptación a las condiciones de vida del Ártico.
via  http://spanish.ruvr.ru/society/

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