ECOLOGIA:
La flota japonesa en la Antártida sigue sin capturar ballenas en la región, debido al mal tiempo y a la presencia de la mayor cifra de embarcacions ecologistas en la historia.
Según la cadena australiana ABC, una nave de la organización Sea Shepperd se opuso al rumbo del ballenero nipón Yushin Maru, afectado por las adversas condiciones meteorológicas.
El grupo ecologista tiene cuatro embarcaciones y más de un centenar de activistas, quienes intentan detener la pesca de la ballena de la zona, una especie ubicada en peligro de extinción.
Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 tras una moratoria internacional, pero la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y fletó expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.
La flota japonesa en la Antártida sigue sin capturar ballenas en la región, debido al mal tiempo y a la presencia de la mayor cifra de embarcacions ecologistas en la historia.
Según la cadena australiana ABC, una nave de la organización Sea Shepperd se opuso al rumbo del ballenero nipón Yushin Maru, afectado por las adversas condiciones meteorológicas.
El grupo ecologista tiene cuatro embarcaciones y más de un centenar de activistas, quienes intentan detener la pesca de la ballena de la zona, una especie ubicada en peligro de extinción.
Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 tras una moratoria internacional, pero la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y fletó expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.
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